Las pulgas adultas son hematófagas, es decir se alimentan de sangre. Las hembras comienzan a poner huevos a las 24-36 horas después de su primera ingesta de sangre y son capaces de poner hasta 50 huevos al día.
Los huevos caen del animal y pasan por varias fases de desarrollo fuera de la mascota hasta que se convierten en adultos. Para este desarrollo, son fundamentales unas condiciones apropiadas de humedad y temperatura.
En la Naturaleza, las pulgas proliferan cuando la temperatura es cálida. Sin embargo en las estaciones frías pueden producirse infestaciones, ya que en las casas encuentran las condiciones adecuadas para su desarrollo.
El número de pulgas visibles en el animal representa sólo el 5% del total de las pulgas presentes en el animal y en el ambiente que lo rodea. Por eso, además de tratar a nuestra mascota, debemos controlar el ambiente: aspirar bien las alfombras, lavar las camas del animal, etc.
¿Cómo afectan las pulgas a la salud?
Las pulgas además de la irritación y malestar que producen a las mascotas con sus picaduras, pueden producir otras alteraciones de la salud:
- Problemas cutáneos: Provocan picor e irritación en el lugar de la picadura y también pueden producir reacciones alérgicas en los animales que sean sensibles a su saliva. Pueden aparecer lesiones cutáneas como enrojecimiento de la piel, pústulas, heridas provocadas por el rascado, costras y pérdida de pelo.
- Pérdidas de sangre: En caso de infestaciones masivas, animales jóvenes o de pequeño tamaño, pueden sufrir anemia.
- Transmisión de otros parásitos: La pulga es transmisora de una tenia denominada Dipylidium. Cuando se rascan los animales pueden tragar la pulga y con ella los huevos de la tenia.Otro parásito transmitido por la pulga es Bartonella henselae, causante de la enfermedad del arañazo del gato.